martes, 26 de octubre de 2010

La acción multiplicada.


Llevo al menos una semana con la necesidad imperiosa de sentarme frente a mi ya amado, Word en blanco para escribir, he pasado por una docena de textos mentales que no he tenido tiempo de transcribir de mi cabeza a mi pantalla; hace unos meses no tenía trabajo y me propuse escribir para dármelo, hoy sumando a este trabajo tengo otro remunerado; no oficial y freelance, pero que me tiene contenta, tranquila y con poco tiempo. Cazuela esta en movimiento, generando acción, proyectos y dinero. Un lujo!

Es que las cosas hay que buscarlas, generarlas, moverlas. Definitivamente nadie que se quede sentado en su casa, mirando como otros trabajan y se la juegan, encontrará lo que anda buscando; y he aquí una de las contradicciones más grandes del ser humano, si sabemos que las cosas de esa forma no llegan ¿por qué nos demoramos tanto en cambiar el switch, en apretar el botón que nos tiene errando para comenzar a tomar el camino que deseamos realmente? ¿Será que cuando uno llega al hoyo, se cae, mira hacía arriba y la superficie se ve tan lejos que uno comienza a adaptarse a ese nuevo estado y más vale quedarse ahí?, si total estamos seguros, ya estamos lo más abajo que podríamos estar ¿entonces para qué subir si podemos caernos nuevamente? Por su puesto que no quiero generalizar con algo que tal vez solo me pasa a mi, que cuando logro acomodarme en la incomodidad me quedo pegada, por temor, por flojera… ¿por qué?

Hoy, eso sí, después de hacer un enorme trabajo por salir de ese estado seudo cómodo me doy cuenta que dio resultados, hoy soy más feliz que ayer, y mis metas son más grandes, ahora no solo quiero seguir teniendo trabajo, ahora también quiero poder seguir escribiendo y… Dejar eso tan patriótico que tenemos los chilenos: La mono focalidad.

lunes, 4 de octubre de 2010

Los "Proyectos"


La ansiedad que se genera en esa pequeña interfase entre lo que se puede llegar a concretar y aún no logra concretarse puede ser feroz. Es que queda demasiado tiempo de pensamiento autónomo, el que genera cuestionamientos y una brutal mezcla de energías que más que aportar, limitan y atrapan.

Esta situación debe ser un mal de muchas personas, pero sin duda, creo, que se potencia cuando estamos trabajando o intentando hacerlo en ámbitos culturales, donde los proyectos necesitan tiempo de decantar, encontrar y lograr objetivos que los nutran, posicionamiento y un delicado trabajo de revestimiento para que cumpla con el total de los objetivos. Entonces, cuando logramos observarlo y encontrarlo coherente, sólido y con el apreciado marco teórico que le gusta tanto a nuestra sociedad, nos encontramos con una dificultad que siempre supimos existía, pero que nunca quisimos verla antes o si la vimos fue con la distancia que genera nuestra búsqueda de objetividad y funcionalidad del proyecto, el de conseguir dineros, empresas que crean en que todo lo que llevas meses trabajando es factible y no solo eso, necesario para nuestra sociedad.

Entonces, el gestor comienza a sufrir la segunda etapa de inseguridad frente al proyecto, la primera lógicamente es al principio, cuando miras por primera vez tu página Word en blanco y tienes que comenzar a traducir todo lo que hay en tu cabeza y en tu cuaderno de notas. Ahora tienes que ver si eres tan capaz de convencer a alguien que no tiene una gran relación con el mundo del arte, si no que tiene distancia o a lo más, una muy linda cercanía con decorativas piezas de naturalezas muertas, muy en tonos beige y con arto pigmento, esos cuadros con harta mancha, que son casi – impresionistas, pero no.

En ese instante, no sirve de nada que el proyecto sea bueno, que tenga respaldo curatorial y teórico, que los artistas, motor principal para la gestión de él, sientan que es una alternativa sólida para sus carreras, si no cumples con los deseos del empresario en cuestión, estás perdido.

¿Cómo hacerlo, como llegar al lugar adecuado, será que yo seré la única que aún no encuentra la llave maestra, por que eso también me lo cuestiono, será que me falta cancha, personalidad, ser zorra, edad, títulos académicos, experiencia, contactos, creer en mi y leer “El secreto”?

No lo sé, pero estoy dispuesta a casi todo!

jueves, 30 de septiembre de 2010

Contra corriente.


La búsqueda de un camino alternativo, es una herramienta para sustituir u opacar ciertas actitudes, buenas o malas, debilidades o no, que son inherentes al ser humano.
Hoy me reuní con un hombre que desde pequeño decidió tomar ese camino “B”, del que muchas veces arrancamos para no dejar de pertenecer al sistema y al cual él se alió para realmente no hacerlo.
Ed Shaw es un tipo brillante, intuitivo, seguro, pero a la vez muy tímido, que sin luchar contra su propia naturaleza y a punta de seso e hiperactividad logró, hace ya muchos años, introducirse en el mundo del Arte. Es loco pensar como una persona con tan buen ojo pudo haber entrado a este mundo tan competitivo y elitista solo teniendo claro que si uno compra una buena obra hoy, de seguro triplicará su valor mañana; es decir, observando el valor comercial que tiene el arte en nuestra sociedad. Un coleccionista nato.

Ed, después de tímidos años de escolaridad en Estados Unidos, donde siempre buscó en “gente extraña” sus aliados y amigos, hombres latinos de los cuales estaremos por siempre agradecidos, ya que lo picaron con el bicho de nuestra hermosa América Latina y nos ha permitido tenerlo en este lado del continente por al menos 50 años. Entró a Princeton, intentando encontrar dentro de la “tradición familiar” un camino propio, para estudiar Historia, en una facultad donde había más de 700 compañeros, toda una odisea para un hombre tímido, que ante la adversidad de un nuevo tipo de enseñaza, más diversa e integral, pudo adaptarse. “El panorama de tener que pertenecer al ejercito militar de la época, no era más auspicioso que tener que luchar contra mi mismo y los diálogos en las salas de clase”, terminó la universidad gracias a sus facultades escritúrales, todo lo que no podía decir lo escribía, zafando de esta forma con los exámenes escritos y sociabilizando con pares a través del periódico de la universidad, del cual oficio como editor, así desarrolló la que sería su profesión hasta hoy.

Siempre me había sorprendido que un hombre absolutamente defensor de los caminos poco tradicionales, hubiera terminado, como se supone corresponde, la academia tradicional, es que me cuesta pensar que un hombre que siempre ha vivido al margen de lo establecido, haya seguido en algún momento de su historia el camino políticamente correcto.

Por su puesto que después de tanta tradición  se vio obligado a dar nuevos pasos, esos que se dan por pura intuición, por que no solo las mujeres podemos escuchar a nuestra guata y sentir que es correcto, hay hombres, pocos sin duda, que tienen esa misma facultad. Ed es uno de esos, después de intentar académicamente aprender Portugués y Español, agarró un bote a vela y se vino a este hemisferio, acompañado de un tipo que no conocía y que nunca volvió a ver, eso de todos modos, es otra historia; de ésta me interesa esa capacidad de buscar hasta conseguir, de luchar, a veces en contra y otras a favor de la corriente, pero siempre escuchándose a sí mismo, sin traicionarse, sin perder de vista el objetivo, aunque este vaya sufriendo modificaciones en el camino, estás solo lo nutren, lo hacen más rico.

Muchas veces he sentido que los caminos tradicionales son los que llevan al éxito, vivimos en un país donde las exigencias son tradicionales, donde la sociedad está llena de pre requisitos para pertenecer al sistema; entonces aparece un hombre que propone otra perspectiva, que me invita a vivir desde un lugar socialmente “rebelde”, es que él, a pesar de haber nacido en una tradicional familia Norte Americana siempre persiguió su propio camino, fiel a su propia integridad y a su ojo clínico.“Para poder vivir así hay que encontrar su propio nicho” me decía,  la rebeldía no tiene que ver con no pertenecer al sistema, “tiene que ver con vivir haciendo lo que uno quiere, del modo que uno quiere y para eso hay que ver cual es nuestro mercado y aspirar al él hasta llegar, encontrar el medio para hacerlo y lograrlo”. 
Después de este encuentro temático, me quedo con una sensación muy grata, muy optimista, entendiendo que finalmente debemos vivir siendo leal a nosotros mismos, sin traicionarnos, sin auto boicotearnos y trabajando sin parar!

viernes, 24 de septiembre de 2010

Hay tiempo para todo.

Hay personas con historia, hay personas que tienen una bandera de lucha tan personal que se universaliza, que llevan una vida vivida. Hoy en la mañana me reuní con una de ellas: habíamos estado juntas antes, en una de las tantas sobremesas de Tunquen, mirando el mar, en grandes y desaforadas charlas junto a la familia y el infaltable vino costero. Me causaba inquietud su forma, su actitud, tan propia, tan auténtica; fue por eso que después de dos años de no haber sabido nada de ella decidí llamarla, y pedirle una reunión. Sin saber muy bien como explicarle a que iba todo esto, accedió a la cita y recién, sobre el final de la conversación, nos dimos cuenta del viaje en el que nos habíamos embarcado en poco más de una hora.

Hace un par de años era una exitosa empresaria, que armando su vida a pulso y dando cada paso con una gigantesca mochila llamada adversidad, ha logrado cada uno de los objetivos que se ha propuesto. “Es que muchas veces uno nace en un lugar en que no está llamada a vivir, o de una forma en que no es la correcta para uno” comentó, y bajo esta primera prueba te ves obligado a buscar tu destino. Entonces luchas por ser consecuente y encontrar respuestas.

Lo que esta mujer buscaba era justicia, igualdad de oportunidades. No debe ser fácil crecer en un mundo al cual a la mujer solo le corresponde ser mujer y tú como tal, quieres más. Ella quería “justicia, libertad y autonomía”, me dijo con ahínco; puras bellas palabras que solo se logran obedeciendo a la última. Cosa que a los 16 años supo como conseguir; comenzó a ahorrar, cada peso que ganaba animando cumpleaños y cuidando niños vecinos los guardó, fue tan matea y obstinada que al salir de las monjas y lo digo así, por que en aquellos tiempos los colegios eran colegios y las monjas eran monjas, que logró entrar a la universidad a estudiar la que sería su primera carrera, como en su familia era imposible que una mujer accediera a los estudios superiores se radicalizó, logrando uno de sus primeros objetivos, entrar a la Universidad de Chile a estudiar Bellas Artes, junto con esto, y en un país sumamente politizado, comenzó a militar en el MIR, se embarazó, la detuvieron, la torturaron y bajo el eterno temor previo a la democracia logró insertarse en un, hasta ese entonces, insólito mundo laboral, el de las recién llegadas multinacionales.

Es que cuando uno quiere algo no falta nada para conseguirlo, es no parar, no dejar de mirar el objetivo, ser consecuente con lo que uno quiere y necesita. “Es como el marketing”, me decía, “debemos detectar que es lo que necesita el consumidor y que debemos hacer para entregárselo, es hacer sin engaños, lo que es correcto y bueno para uno y para los demás”. En el camino aparecen nuevas miradas, nuevos ejercicios, antiguos mecanismos que florecen en este proceso de auto observación y validación en el medio, en el mundo que finalmente uno no solo quiere, sino que también necesita vivir. “Y la lucha es hasta el final y pasando por todo”, es que al parecer no es solo consecuencia, también es pasión y amor por la vida.

Esto reafirma que hay momentos para todo, para trabajar de empleado, como secretaria, como productor o gerente, hay tiempo para irse y armar un proyecto propio, hay tiempo para compatibilizar trabajos y para mirar el mar.

Ella después de años de buscar salir de la clandestinidad mirista, de sacarse la cresta trabajando como un hombre más, en un trabajo donde solo se sabía que era mujer cuando le entregaban su cheque a fin de mes. Volvió a su primera inquietud de vida, esa que nunca había olvidado pero que a ratos, al perecer, dejó durmiendo en una caja tan sagrada que por más cambios y pericias nunca se destruyó; el de la espiritualidad.

Y yo en vez de ir a visitar a esa exitosa empresaria sentada en un sillón de cuero con vista a nuestro propio Wall Street, fui a visitar a una bella mujer en un acogedor centro de espiritualidad donde ella trabaja y comparte su mundo, dándome una lección de lucha, esfuerzo y paciencia. 

miércoles, 22 de septiembre de 2010

Plan B

Ante la “eterna” espera por que resulten los proyectos de Arte y Cultura y dado que el buen tiempo comienza a acompañar a las tantas parejas que creen en el amor y la institucionalidad, mi mini pyme “Cazuela Films” comienza con el plan B, ese que nos ayuda a zafar durante las difíciles temporadas de calor, ¡los vídeos de matrimonio!
Es impresionante ver las gigantescas inversiones que se hacen para dichos eventos. Un matrimonio, entre la ceremonia, la cena y la fiesta no debe durar más de 8 horas y la mayoría invierte lo que muchos ganan en 8 años. 
Cada detalle es importante y entre esos destaca el valor de un buen vídeo, después de tanta inversión evaporada con el calor del baile, lo único que te queda es el vídeo, las fotos y el novio (intentemos ser crédulos, el amor puede ser perfectamente “eterno”), bajo esta premisa hemos logrado llegar a un nicho que oscila entre mundos tan similares como la publicidad y la política. Por su puesto, no tenemos ningún tipo de problema con el abanderamiento público de los personajes en cuestión; ya pasaron los años en que podíamos cuestionarnos y ser “súper consecuentes” con nuestros posibles principios y valores, además los hijos de estandartes políticos no están manchados, son buena gente, con lindas intensiones, que quieren un vídeo de Cazuela ¿qué más podríamos pedir?

Hemos grabado matrimonios de nietos de ministros de Pinochet, sobrinos del actual gobierno y este viernes nos tocó grabar el matrimonio de un nieto de Aylwin, nuestro ex presidente, el mismo que apoyó el no, que nos trajo la alegría y que por otra parte estuvo de acuerdo con que Allende no siguiera en el poder, en fin, la política tiene miles de idas y vueltas. Igualmente a Don Patricio le guardo un aprecio muy grande, recuerdo a mis padres muy contentos con su triunfo y su imagen es imposible separarla de la de mi abuelo, son inevitablemente parecidos.

Ya es un tanto habitual encontrarnos con Cristóbal y Manuela, una pareja que entre otras cosas hacen fotografía en matrimonios, el es fotógrafo y ella diseñadora, es una historia muy similar a la de Miguel y la mía, ambos tenemos como plan B hacer el soporte del recuerdo en matrimonios. Antes de que comenzara la misa con Manuela estuvimos conversando, ella me preguntó en que estaba, yo le respondí, esperando, que resulten los proyectos, que se logren financiar para yo tener un sueldo, que pasen los meses y llegue el 30 de Marzo para irme a mi residencia en NY, en fin, la larga espera… ¿Y tú?, le pregunté, “esperando”, me respondió, “que resulten los proyectos y que se financien”, primera vez en meses me encontraba con una persona que estaba exactamente en la misma situación que yo, que me cae bien y que no es loser, entre risas de consuelo y miradas al presente y futuro comenzamos a analizar el escenario actual, lo difícil que es complementar el trabajo con los hijos, si de verdad estamos dispuestas a dejar de estar con ellos por unas lucas más. Después de esa inesperada conversación seguí dándole vueltas al asunto, ella me decía que está comprobado que los niños que crecen con sus padres son más seguros de sí mismos, tienen menos problemas de aprendizaje y autoestima, son mejores niños en nuestra sociedad, no me cabe duda que es así. Finalmente, como madre y profesional, me doy cuenta que el tema está en complementar, en ser capaz de hacer todo, pero que difícil hacerlo en nuestra sociedad, donde si no tienes post grados, magíster y años de experiencia laboral de sol a sol no eres nadie y por más que yo ame a mis hijos y no quiera dejar de estar con ellos por unos pesos, tampoco estoy dispuesta a sacrificar mi propia identidad profesional.

Esta realidad local, de país ansioso de salir de la vía y pasar a ser un desarrollado más, se contrapone con la realidad de los verdaderamente desarrollados, obviamente cada rincón del mundo tiene detalles deplorables e institucionalidades nefastas, pero mi visión sobre lo que sucede por ejemplo en Suiza o Dinamarca es de total admiración, ellos quieren una sociedad tan desarrollada como sus calles o su sistema de transporte, en países como estos  te apoyan cuando tienes hijos, te estimulan, te ayudan a encontrar trabajo cuando no lo tienes, en países desarrollados la sociedad no te abandona si no tienes todos los grados académicos existentes, te ayudan a conseguirlos u ofrecen nuevas opciones para que seas el profesional que deseas ser.
Entonces, cuando observo como manejan nuestra institucionalidad no logro dejar de preguntarme, para dónde nos llevan, por un lado hablan de lo importante que es avanzar hacía el desarrollo, pero por otro está lleno de vendedores de seguros o teléfonos móviles con títulos universitarios.
(PARA CONTEXTUALIZAR CADA NUEVO TEXTO, TE INVITO A LEER LA PRIMERA ENTRADA)

martes, 21 de septiembre de 2010

Nuevos mecanismos de supervivencia


No tener trabajo es mucho más grave, que no ganar dinero para  simplemente satisfacer necesidades temporales; no tener trabajo es no pertenecer al sistema, es perderse en el “borderline” de un mundo que te exige estar ahí; cada día sin trabajo es aislarse del área al cual uno perteneció muchas veces con éxito, es desmarcarse del mundo al cual uno pertenece, y el reloj corre en tu contra por cada minuto que te cuesta volver a insertarte en eso que llamamos “campo laboral”.

Hace un par de meses me gané una Beca, es una residencia en New York, En Abril del 2011 estaré allá escribiendo sobre lo que me gusta y acá no me resulta, arte, cultura, artistas y personalidades relacionadas a la cultura internacional. Como actualmente estoy sin un trabajo, que no solo me de dinero, si no que también ocupe mi tiempo, he decidido comenzar a escribir sobre lo que es mi actual problemática, la inestabilidad laboral. He decidido comenzar a escribir sobre esto y no puramente de Arte, como suelo hacerlo, por que no puedo evitar sentir que a través de la escritura puedo encontrar un canal que me haga sentir trabajando, sin seguir besando el mundo del arte con esa distancia que hoy existe entre nosotros.

Hoy mi trabajo es no tener trabajo y este blog es el canal de diálogo y contextualización de esta problemática universal; quiero descubrir como y por qué hay gente que tiene los trabajos que quiere cuando quiere, cuales son los costos y beneficios de todos estos sueños que busco y aún no encuentro, he decidido cambiarme de bando y salir del lugar cómodo y victimizado; quiero más que conseguir un trabajo, descubrir como hacerlo, quiero partir de cero, sin volver a mirarme con despecho.

Pienso que desde este nuevo lugar puedo conseguir más cosas, al menos ser escuchada, atendida, por que más allá de las circunstancias locales lo que nos valida son las circunstancias universales, un claro ejemplo de esto es Yoana, la blogera Cubana, que pese a los inconvenientes, logró universalizar la voz de los sin voz en su amada Cuba y llevarla a todo el mundo, es que parece que no solo en Chile “se quiere al amigo cuando es forastero”, ella logró ser publicada internacionalmente y yo sin trabajo acá, soy ganadora de una beca en New York, parece insólito, a veces incluso he sentido que no me lo merezco… Pero ya!, ahora no solo tengo un trabajo que me tiene cada minuto pensando en él, si no que tengo una ocupación y la praxis perfecta de lo que será mi primer periplo por el Norte de América.