miércoles, 16 de marzo de 2011

La Cazuela está bullendo


Transformar el Plan B, en A significa que, al menos en la etapa en que mi plan se encuentra, las horas de dormir disminuyen a la mitad, es que ya no hay tiempo, ahora hay que producir sin horario fijo, sino que por meta, la casa se transforma en oficina, al living ahora solo le falta un gran logo de Cazuela Films para ser institucionalmente el centro de operación de una insipiente productora audiovisual, los horarios en que los niños están en el colegio son solo destinados al trabajo, almuerzos cortos, en medio de Brainstorming, tardes cortas e interrumpidas por estos dos personajes, motores principales de Cazuela, que llegan de sus labores, con historias, anécdotas, hambre, mucha hambre y tareas, muchas tareas. Entonces mi misión se polariza entre la maternidad y la productividad, ojala molestando lo menos posible al padre de las criaturas que es quien edita, graba e inventa soluciones audiovisuales para los distintos caprichos en que nos metemos.
Así pasan los días y las semanas, sin fines de semana, pero esto que podría parecer un mal negocio, por la aún no conveniente ecuación horas de trabajo X ganancias X tiempo de dispersión, no lo es y no lo es por varios motivos, el más importante es que de tener un pauperrimo ritmo de vida económico, ahora podemos vivir tranquilos, a veces más y a veces menos, pero eso no es tan grave, por que siempre hay algo que alcanza a cubrir el gasto básico y los cigarros, tan buenos compañeros en las largas jornadas de trabajo.