viernes, 24 de septiembre de 2010

Hay tiempo para todo.

Hay personas con historia, hay personas que tienen una bandera de lucha tan personal que se universaliza, que llevan una vida vivida. Hoy en la mañana me reuní con una de ellas: habíamos estado juntas antes, en una de las tantas sobremesas de Tunquen, mirando el mar, en grandes y desaforadas charlas junto a la familia y el infaltable vino costero. Me causaba inquietud su forma, su actitud, tan propia, tan auténtica; fue por eso que después de dos años de no haber sabido nada de ella decidí llamarla, y pedirle una reunión. Sin saber muy bien como explicarle a que iba todo esto, accedió a la cita y recién, sobre el final de la conversación, nos dimos cuenta del viaje en el que nos habíamos embarcado en poco más de una hora.

Hace un par de años era una exitosa empresaria, que armando su vida a pulso y dando cada paso con una gigantesca mochila llamada adversidad, ha logrado cada uno de los objetivos que se ha propuesto. “Es que muchas veces uno nace en un lugar en que no está llamada a vivir, o de una forma en que no es la correcta para uno” comentó, y bajo esta primera prueba te ves obligado a buscar tu destino. Entonces luchas por ser consecuente y encontrar respuestas.

Lo que esta mujer buscaba era justicia, igualdad de oportunidades. No debe ser fácil crecer en un mundo al cual a la mujer solo le corresponde ser mujer y tú como tal, quieres más. Ella quería “justicia, libertad y autonomía”, me dijo con ahínco; puras bellas palabras que solo se logran obedeciendo a la última. Cosa que a los 16 años supo como conseguir; comenzó a ahorrar, cada peso que ganaba animando cumpleaños y cuidando niños vecinos los guardó, fue tan matea y obstinada que al salir de las monjas y lo digo así, por que en aquellos tiempos los colegios eran colegios y las monjas eran monjas, que logró entrar a la universidad a estudiar la que sería su primera carrera, como en su familia era imposible que una mujer accediera a los estudios superiores se radicalizó, logrando uno de sus primeros objetivos, entrar a la Universidad de Chile a estudiar Bellas Artes, junto con esto, y en un país sumamente politizado, comenzó a militar en el MIR, se embarazó, la detuvieron, la torturaron y bajo el eterno temor previo a la democracia logró insertarse en un, hasta ese entonces, insólito mundo laboral, el de las recién llegadas multinacionales.

Es que cuando uno quiere algo no falta nada para conseguirlo, es no parar, no dejar de mirar el objetivo, ser consecuente con lo que uno quiere y necesita. “Es como el marketing”, me decía, “debemos detectar que es lo que necesita el consumidor y que debemos hacer para entregárselo, es hacer sin engaños, lo que es correcto y bueno para uno y para los demás”. En el camino aparecen nuevas miradas, nuevos ejercicios, antiguos mecanismos que florecen en este proceso de auto observación y validación en el medio, en el mundo que finalmente uno no solo quiere, sino que también necesita vivir. “Y la lucha es hasta el final y pasando por todo”, es que al parecer no es solo consecuencia, también es pasión y amor por la vida.

Esto reafirma que hay momentos para todo, para trabajar de empleado, como secretaria, como productor o gerente, hay tiempo para irse y armar un proyecto propio, hay tiempo para compatibilizar trabajos y para mirar el mar.

Ella después de años de buscar salir de la clandestinidad mirista, de sacarse la cresta trabajando como un hombre más, en un trabajo donde solo se sabía que era mujer cuando le entregaban su cheque a fin de mes. Volvió a su primera inquietud de vida, esa que nunca había olvidado pero que a ratos, al perecer, dejó durmiendo en una caja tan sagrada que por más cambios y pericias nunca se destruyó; el de la espiritualidad.

Y yo en vez de ir a visitar a esa exitosa empresaria sentada en un sillón de cuero con vista a nuestro propio Wall Street, fui a visitar a una bella mujer en un acogedor centro de espiritualidad donde ella trabaja y comparte su mundo, dándome una lección de lucha, esfuerzo y paciencia. 

miércoles, 22 de septiembre de 2010

Plan B

Ante la “eterna” espera por que resulten los proyectos de Arte y Cultura y dado que el buen tiempo comienza a acompañar a las tantas parejas que creen en el amor y la institucionalidad, mi mini pyme “Cazuela Films” comienza con el plan B, ese que nos ayuda a zafar durante las difíciles temporadas de calor, ¡los vídeos de matrimonio!
Es impresionante ver las gigantescas inversiones que se hacen para dichos eventos. Un matrimonio, entre la ceremonia, la cena y la fiesta no debe durar más de 8 horas y la mayoría invierte lo que muchos ganan en 8 años. 
Cada detalle es importante y entre esos destaca el valor de un buen vídeo, después de tanta inversión evaporada con el calor del baile, lo único que te queda es el vídeo, las fotos y el novio (intentemos ser crédulos, el amor puede ser perfectamente “eterno”), bajo esta premisa hemos logrado llegar a un nicho que oscila entre mundos tan similares como la publicidad y la política. Por su puesto, no tenemos ningún tipo de problema con el abanderamiento público de los personajes en cuestión; ya pasaron los años en que podíamos cuestionarnos y ser “súper consecuentes” con nuestros posibles principios y valores, además los hijos de estandartes políticos no están manchados, son buena gente, con lindas intensiones, que quieren un vídeo de Cazuela ¿qué más podríamos pedir?

Hemos grabado matrimonios de nietos de ministros de Pinochet, sobrinos del actual gobierno y este viernes nos tocó grabar el matrimonio de un nieto de Aylwin, nuestro ex presidente, el mismo que apoyó el no, que nos trajo la alegría y que por otra parte estuvo de acuerdo con que Allende no siguiera en el poder, en fin, la política tiene miles de idas y vueltas. Igualmente a Don Patricio le guardo un aprecio muy grande, recuerdo a mis padres muy contentos con su triunfo y su imagen es imposible separarla de la de mi abuelo, son inevitablemente parecidos.

Ya es un tanto habitual encontrarnos con Cristóbal y Manuela, una pareja que entre otras cosas hacen fotografía en matrimonios, el es fotógrafo y ella diseñadora, es una historia muy similar a la de Miguel y la mía, ambos tenemos como plan B hacer el soporte del recuerdo en matrimonios. Antes de que comenzara la misa con Manuela estuvimos conversando, ella me preguntó en que estaba, yo le respondí, esperando, que resulten los proyectos, que se logren financiar para yo tener un sueldo, que pasen los meses y llegue el 30 de Marzo para irme a mi residencia en NY, en fin, la larga espera… ¿Y tú?, le pregunté, “esperando”, me respondió, “que resulten los proyectos y que se financien”, primera vez en meses me encontraba con una persona que estaba exactamente en la misma situación que yo, que me cae bien y que no es loser, entre risas de consuelo y miradas al presente y futuro comenzamos a analizar el escenario actual, lo difícil que es complementar el trabajo con los hijos, si de verdad estamos dispuestas a dejar de estar con ellos por unas lucas más. Después de esa inesperada conversación seguí dándole vueltas al asunto, ella me decía que está comprobado que los niños que crecen con sus padres son más seguros de sí mismos, tienen menos problemas de aprendizaje y autoestima, son mejores niños en nuestra sociedad, no me cabe duda que es así. Finalmente, como madre y profesional, me doy cuenta que el tema está en complementar, en ser capaz de hacer todo, pero que difícil hacerlo en nuestra sociedad, donde si no tienes post grados, magíster y años de experiencia laboral de sol a sol no eres nadie y por más que yo ame a mis hijos y no quiera dejar de estar con ellos por unos pesos, tampoco estoy dispuesta a sacrificar mi propia identidad profesional.

Esta realidad local, de país ansioso de salir de la vía y pasar a ser un desarrollado más, se contrapone con la realidad de los verdaderamente desarrollados, obviamente cada rincón del mundo tiene detalles deplorables e institucionalidades nefastas, pero mi visión sobre lo que sucede por ejemplo en Suiza o Dinamarca es de total admiración, ellos quieren una sociedad tan desarrollada como sus calles o su sistema de transporte, en países como estos  te apoyan cuando tienes hijos, te estimulan, te ayudan a encontrar trabajo cuando no lo tienes, en países desarrollados la sociedad no te abandona si no tienes todos los grados académicos existentes, te ayudan a conseguirlos u ofrecen nuevas opciones para que seas el profesional que deseas ser.
Entonces, cuando observo como manejan nuestra institucionalidad no logro dejar de preguntarme, para dónde nos llevan, por un lado hablan de lo importante que es avanzar hacía el desarrollo, pero por otro está lleno de vendedores de seguros o teléfonos móviles con títulos universitarios.
(PARA CONTEXTUALIZAR CADA NUEVO TEXTO, TE INVITO A LEER LA PRIMERA ENTRADA)

martes, 21 de septiembre de 2010

Nuevos mecanismos de supervivencia


No tener trabajo es mucho más grave, que no ganar dinero para  simplemente satisfacer necesidades temporales; no tener trabajo es no pertenecer al sistema, es perderse en el “borderline” de un mundo que te exige estar ahí; cada día sin trabajo es aislarse del área al cual uno perteneció muchas veces con éxito, es desmarcarse del mundo al cual uno pertenece, y el reloj corre en tu contra por cada minuto que te cuesta volver a insertarte en eso que llamamos “campo laboral”.

Hace un par de meses me gané una Beca, es una residencia en New York, En Abril del 2011 estaré allá escribiendo sobre lo que me gusta y acá no me resulta, arte, cultura, artistas y personalidades relacionadas a la cultura internacional. Como actualmente estoy sin un trabajo, que no solo me de dinero, si no que también ocupe mi tiempo, he decidido comenzar a escribir sobre lo que es mi actual problemática, la inestabilidad laboral. He decidido comenzar a escribir sobre esto y no puramente de Arte, como suelo hacerlo, por que no puedo evitar sentir que a través de la escritura puedo encontrar un canal que me haga sentir trabajando, sin seguir besando el mundo del arte con esa distancia que hoy existe entre nosotros.

Hoy mi trabajo es no tener trabajo y este blog es el canal de diálogo y contextualización de esta problemática universal; quiero descubrir como y por qué hay gente que tiene los trabajos que quiere cuando quiere, cuales son los costos y beneficios de todos estos sueños que busco y aún no encuentro, he decidido cambiarme de bando y salir del lugar cómodo y victimizado; quiero más que conseguir un trabajo, descubrir como hacerlo, quiero partir de cero, sin volver a mirarme con despecho.

Pienso que desde este nuevo lugar puedo conseguir más cosas, al menos ser escuchada, atendida, por que más allá de las circunstancias locales lo que nos valida son las circunstancias universales, un claro ejemplo de esto es Yoana, la blogera Cubana, que pese a los inconvenientes, logró universalizar la voz de los sin voz en su amada Cuba y llevarla a todo el mundo, es que parece que no solo en Chile “se quiere al amigo cuando es forastero”, ella logró ser publicada internacionalmente y yo sin trabajo acá, soy ganadora de una beca en New York, parece insólito, a veces incluso he sentido que no me lo merezco… Pero ya!, ahora no solo tengo un trabajo que me tiene cada minuto pensando en él, si no que tengo una ocupación y la praxis perfecta de lo que será mi primer periplo por el Norte de América.