viernes, 29 de abril de 2011

it's alright


Hace un mes atrás estaba en Chile ansiosa por partir, por que finalmente después de un largo tiempo de espera se revelaría el secreto Apexart y el enigma New York, que me tuvo durante varios meses soñando con el Norte, viviendo la ciudad y la residencia con la distancia que genera una pantalla. Si bien las pelis nos muestran una ciudad universal, que está en el imaginario colectivo de todos los ciudadanos del mundo y www.apexart.org muestra la realidad del maravilloso proyecto y la visión de cada uno de los residentes a traves del blog, es muy distinto vivirlo uno, con su propia sensibilidad, con su propia visión, desde un paralelo cultural único, que no se puede más que oler, escuchar y sentir en cada paso que uno da por esta envolvente ciudad.
Hoy, y a poco de partir de vuelta a Santiago, con los misterios revelados y con más preguntas y apetito que nunca, siento una enorme satisfacción por este tiempo vivido, por haber conocido tan de cerca y de una manera tan presencial una realidad tan distinta a la que los que trabajamos en Arte y Cultura en Chile vivimos. Me doy cuenta que todas las preguntas que tengo se irán respondiendo con el tiempo y seguramente no de forma directa, si no que tendré que ir encontrándolas, buscándolas y en la medida que se resuelvan de seguro aparecerán nuevas. Siento que después de esta experiencia se inicia una nueva etapa que tiene que ver con la forma de mirar el mundo, de mirar mi trabajo, nuestro medio artístico local, se abre una nueva etapa de trabajo duro, donde la única fórmula posible para avanzar es no parar, no rendirse aunque todo parezca indicar lo contrario. Se abre también el apetito de volver a experiemientar situaciones de este tipo, aprendiendo de otras realidades y modelos, abrir los ojos al mundo, por que estamos todos en él y sólo hoy podemos hacerlo, sin miedo y con coraje.
Cada paso que di en esta ciudad, cada persona que conocí, cada mañana que desperté ansiosa por salir y cada texto que escribí son parte de un rápido proceso de apreciación, conocimiento y asimilación que disfruté al máximo, que me llenó cada día de energía renovable y hoy no puedo mas que agradecer a este grupo humano de locos que trabajan en este extraño y generoso proyecto. 

miércoles, 27 de abril de 2011

Patria



Ya me quedan poco días y con un dejo de nostalgia voy aplanando calles; hoy y después de una acalorada caminata hasta China Town, lugar que congrega a miles de turistas y que a través de ellos visten de fashion un mundo oriental dentro Norteamérica, logras introducirte superficialmente en esta cultura, que de a poco se va occidentalizando a través de los souvenir que venden a la mitad del precio de mercado, poleras, tazones, imanes, stickers, pañuelos, gorros, paraguas; todo lo imaginable con el tradicional logo que el Norteamericano Milton Glaser diseñó en 1976, con esa frase que le robó de la boca a todos los que alguna vez hemos pisado esta ciudad “I Love NY”, mezclado con pequeñas Ladies Liberty y gatos chinos de la suerte, dragones e instrumentos musicales propios de su cultura oriental, que sin éxito piden a gritos ser llevados por la enorme cantidad de turistas que saquean cada tienda en busca de su polera soñada. Debe ser el precio de mantener un negocio y de tener que vivir de él, adaptarse a las exigencias del consumidor en un mundo donde el libre mercado satisfase todas las necesidades temporales que podemos inventarnos. Eso sólo en la parte comercial, por que como todo barrio, este también tiene periferia, que es lejos la parte mas China del Town, donde solo caminan orientales, donde las lenguas no se mezclan, por que sólo escuchas Chino y donde todo parece andar a otro ritmo, con otros olores y costumbres.
Ahí, entre medio de ese mundo oriental se encuentra extrañamente el “Eldridge Street Synagogue Museum” Un espacio reflexivo que se ha transformado a lo largo de los años en un espacio de encuentro para los miles de inmigrantes Judíos acentados en USA.
Este precioso templo, que lleno de detalles y hermosos vitrales, mantiene viva la cultura judía, demostrando a través de distintos dispositivos educativos como han mantenido sus tradiciones y su Fe a lo largo de los años, en un universo donde es tan fácil corromper o perder la propia cultura, en un mundo en el cual, por mas que vivan 20 o 100 años serán siempre extranjeros, demostrando que con un trabajo constante e íntegro, se puede hacer patria lejos de la tierra.

martes, 26 de abril de 2011

El Anti Panorama Newyorkino




Los prejuicios contra los Norteamericanos son un asunto histórico, es parte de la información que uno trae en la cabeza sin tener mucha idea por que, como las opciones políticas o deportivas, siempre está esa contradicción histórica que Fluctúa sin intermedios, entre el amor y el odio.

Estando acá he derribado bastantes mitos o prejuicios internos en contra de esta nación, encuentro que tienen muchas cosas buenas, incluso admirables, por que he sido feliz en un contexto que puede sentirse hostil, por que he sentido generosidad en la gente que he conocido. He aprendido mucho, a pesar de no dominar el idioma, he logrado comunicarme y sentir un constante feedback con las personas y la ciudad, disfrutando de cada espacio, sintiéndolo un poco mío.

A pesar de haber pasado por Time Square, de mirarlo a la distancia y haber querido volver en ese primer encuentro fortuito, no lo había hecho, por que me daba un poco de lata, lo encuentro dentro del contexto “Panoramas en NY” bastante fome y poco interesante, pero hoy, después de un paseo por mis barrios, decidí ir, aprovechando el calor de esta húmeda primavera que se avecina y los pocos días que faltan para el regreso a Santiago. 
Como era de esperar, estaba repleto de gente, luchando por sacarse la misma foto junto a todos los íconos del consumismo y superficialidad corporativa. Si bien puede que sea divertido y luminoso, es la peor cara de la ciudad y del país, que exista es la demostración perfecta de que para vivir en un mundo en el que quepamos todos, necesitamos una balanza que se incline para ambos lados. Ese barrio que siempre ha sido vanagloriado por las luces, los íconos pop, la música y la integración, es todo eso sin serlo realmente. Yo no se si había mucha gente y no vi bien, o si la M del Mc Donalds me tiene un poco cansada, o si la olita de la Coca Cola versus la de Pepsi me parece una competencia de muy mal sabor, o si el Hard Rock Café era un cool proyecto hace 20 años atrás y ahora es sólo una máquina de hacer negocios con guitarras y discos. Pero no logré durar mucho rato ahí, prefiero esa sensacion de silencio que genera la masa cuando visita los museos o repleta los parques, el primer día que sale el sol en primavera. 

domingo, 24 de abril de 2011

Chelsea.

Los circuitos comerciales de exhibición y difusión de arte suelen ser mirados con un poco de desconfianza y discriminación por los alternativos, jóvenes o under ground, sin duda hay muchos motivos para hacerlo, por que evidencian, poniendo a la luz lo mejor y lo peor del mundo del arte, es un mundo lleno de contradicciones, un poco intangible para el artista y alejado de su realidad, es extraño que dos universos que se necesitan tanto les cueste llegar a un equilibrio sano de subsistencia mutua. Pero acá, aunque ese desequilibrio se ve, no sobre sale. La existencia activa de circutos alternativos que intentan vivir también comercialmente hace que los artistas puedan estar mas tranquilos, sin necesidad de cruzar barreras, aunque ambos mundos deberían cruzar esa línea imaginaria y trabajar juntos, creo que es ahí donde el público, los artistas y curadores pueden encontrar el verdadero beneficio ¿Será posible hacerlo?
Recorriendo las galerias de Chelsea me pasaron cosas muy contradictorias, entré a espacios increibles, con muy buena obra y dentro del concepto “paseo por Chelsea” bastante sencillos, entonces, la obra hacía el trabajo, generando una sensacion de respeto al artistas y su composición, no se si sera coinsidencia; talvez no conocer el sistema profundamente hace que se tergiverse un poco la información o recepción de esta, pero las salas mas pequeñas, menos ostentosas, eran las que privilegiaban el arte contemporáneo, de artistas mas jóvenes y experimentales. Por otro lado habían galerias con piezas que son parte del imaginario colectivo, en lugares ostentosos. Entonces te preguntas inevitablemente que es mas importante, que exista el lugar, que por cierto es importante, o la exposición, el trabajo de curadores o artistas exponiendo; por que no quería ver ahí una muestra de Picasso, o seguir viendo obras de los padres del Pop Art, ya lo he visto demasiado en este viaje y no me voy a cansar de verlas, pero siento que se lucen mucho más en los museos que en esas galerías que representan, para mí, todo lo reprochable de los circuitos privados y comerciales de Arte, al menos en esta ciudad, donde tu esperas que los epacios de difusión y comercialización trabajen con artistas que no están en los Museos, que trabajen con mayor creatividad, que puedan sustentarse sin querer ser el hermano envidioso de las instituciones.