martes, 26 de abril de 2011

El Anti Panorama Newyorkino




Los prejuicios contra los Norteamericanos son un asunto histórico, es parte de la información que uno trae en la cabeza sin tener mucha idea por que, como las opciones políticas o deportivas, siempre está esa contradicción histórica que Fluctúa sin intermedios, entre el amor y el odio.

Estando acá he derribado bastantes mitos o prejuicios internos en contra de esta nación, encuentro que tienen muchas cosas buenas, incluso admirables, por que he sido feliz en un contexto que puede sentirse hostil, por que he sentido generosidad en la gente que he conocido. He aprendido mucho, a pesar de no dominar el idioma, he logrado comunicarme y sentir un constante feedback con las personas y la ciudad, disfrutando de cada espacio, sintiéndolo un poco mío.

A pesar de haber pasado por Time Square, de mirarlo a la distancia y haber querido volver en ese primer encuentro fortuito, no lo había hecho, por que me daba un poco de lata, lo encuentro dentro del contexto “Panoramas en NY” bastante fome y poco interesante, pero hoy, después de un paseo por mis barrios, decidí ir, aprovechando el calor de esta húmeda primavera que se avecina y los pocos días que faltan para el regreso a Santiago. 
Como era de esperar, estaba repleto de gente, luchando por sacarse la misma foto junto a todos los íconos del consumismo y superficialidad corporativa. Si bien puede que sea divertido y luminoso, es la peor cara de la ciudad y del país, que exista es la demostración perfecta de que para vivir en un mundo en el que quepamos todos, necesitamos una balanza que se incline para ambos lados. Ese barrio que siempre ha sido vanagloriado por las luces, los íconos pop, la música y la integración, es todo eso sin serlo realmente. Yo no se si había mucha gente y no vi bien, o si la M del Mc Donalds me tiene un poco cansada, o si la olita de la Coca Cola versus la de Pepsi me parece una competencia de muy mal sabor, o si el Hard Rock Café era un cool proyecto hace 20 años atrás y ahora es sólo una máquina de hacer negocios con guitarras y discos. Pero no logré durar mucho rato ahí, prefiero esa sensacion de silencio que genera la masa cuando visita los museos o repleta los parques, el primer día que sale el sol en primavera. 

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